domingo, 4 de mayo de 2014

CULTURA ARAWAK

CULTURA ARAWAK

PUEBLOS AMAZÓNICOS.

Localización: En la vertiente Este de la Cordillera Oriental y en las llanuras Orientales de Colombia, viven muchas y muy variadas tribus indígenas, la mayoría de las cuales han conservado su vida primitiva, a pesar de la acción permanente de los mineros.

Las llanuras del Oriente Colombiano se dividen en dos zonas geográficas de características diferentes: del rio Guaviare hacia el sur, todos los ríos que descienden a la cordillera son tributarios del Amazonas y son muy largos y caudalosos. La región que traviesan es selvática, muy rica en maderas de variadas especies y habitaban por multitud de animales. Pueblan esta región tribus que han aprovechado el medio geográfico y se han adaptado a él. Tenían costumbres peculiares, idiomas semejantes y modos de vida parecidos.

Entre las tribus que viven en la selva amazónica hay los Sibundoyes, Coreguajes e Inganos, que ocupaban las faldas de la cordillera, y los Cofanes, Sionas, Macaguajes, Tucanos, Ticunas, Guananos, Puinaves, Huitoto y otros que habitaban la parte plana de la Amazonia, entre la cordillera y los límites con Brasil y el Perú.

 La parte llamada Orinoquia, es decir, la comprendida entre el río Orinoco por el Oriente y la Cordillera Oriental por el oeste, el rio Arauca por el Norte y el Guaviare por el sur, es una extensa pradera, cubierta en su mayor parte por pastos, con machones de bosques que bordean los ríos que atraviesan las llanuras, a las que los nativos denominan matas de monte. Aquí los riso son muy ricos en pesca y la caza es abundante. Las principales tribus de esta región son los Sálivas, Guayaberos, Piapocos, Achaguas, Cuibas, Tunebos y Guahibos.

Respecto a la organización social, la mayor diferencia estriba en que mientras en unas tribus predomina el matriarcado, en otras impera el patriarcado; y en que mientras algunos pueblos son agricultores sedentarios, la mayoría son solo agricultores ocasióneles. Algunas de estas agrupaciones son nómadas.

TIPO FÍSICO

 Los habitantes de la zona oriental de Colombia son de estatura más mediana ya que la mayoría, mide en promedio, más de 1.70 ms, tienen cara ovalada, nariz fina, recta y en algunos casos, aguileña; piel oscura cobriza y pelo liso y brillante.

VESTIDOS Y ADORNOS

Quizás debido al clima cálido que predomina en la región, el vestido de estos indígenas es bastante liviano. Los hombres acostumbran usar guayuco, que va sujeto a la cintura por medio de cinturón tejido o de cuerdas fabricadas con fibras vegetales; las mujeres acostumbran la cuzma, que es una especie de bata pendiente de los hombres y que llega casi a la rodilla; en otros casos, una especie de falda o pampanilla.

Estaos trajes son elaborados con telas hechas con cortezas, especialmente la del higuerón; algunas veces están pintados con colores vivos.

Las tribus Sibundoyes, Coreguajes e Inganos, contemporáneas, acostumbran pantalón de tela para los hombres y faldas para las mujeres. Es muy probable que antes de la conquista usaran vestidos parecidos a los de los Incas, debido a la influencia que sobre ellos ejerció aquel pueblo.

El adorno más generalizado es la pintura en la cara y el cuerpo, de varios colores con tintes de origen vegetal, como el achiote, el tinto o el añil. Los collares son de uso muy extendido. Los hay de muchas clases: unos sencillos, otros de varias vueltas y también de diversa fabricación, ya que se hacen con dientes de jaguares o dantas, con semillas de distintos colores y formas, con alas y cabezas de aves, especialmente de pericos y otros de colores vivos, como azulejos, loros o guacamayas. Se adornan con plumas, con pedazos de hueso o con las corazas de las tortugas.

LA CAZA

Es muy abundante la caza de pumas, venados, dantas, cafuches o puercos salvajes; animales pequeños, como las tortugas, el conejo, el colibrí, el picure, el chigüiro, el borugo o guatibaja, la nutria, el armadillo o cachicamo, y multitud de aves.
Emplean los arcos y las flechas envenenadas con curare, la cerbatana y los dardos; además lanzas de guadua y maderas duras, con puntas de piedra, de cuerno de venado o de huesos afilados. Para llevar las flechas empleaban el carcaj.

Como complemento de las armas, estos indios suelen protegerse el cuerpo con escudos de pieles de  danta, de jaguar, de boa, o tejidos con cañas.

LA PESCA

Para pescar utilizan anzuelos que fabrican con espinas o con huesos y arpones, atarrayas tejidas con fibras vegetales, especialmente el cumare y el algodón o trampas colocadas en las orillas de los ríos. Pero el más generalizado medio de pescar es el empleo del barbasco, hierba venenosa que mata  a los peces con mucha rapidez y permite cobrar numerosas piezas, con muy poco esfuerzo.

Algunos pescan con arpón, lanzado desde la orilla o desde una canoa, valiéndose del arco. Tiene una cuerda muy larga, que permite recoger la pieza, cuando ésta haya perdido energías. Cazan el caimán, el manatí, el delfín o bufeo, muy abundantes en los ríos de la región.

Complementos de la alimentación: Tienen bebidas alcohólicas que utilizan para completar la alimentación y en las fiestas. Algunas bebidas son exclusivamente para los mangos o shamanes, quienes las usan con fines de adivinación o para determinadas ceremonias de carácter religioso.

Fabrican la chicha, el vino de palma, el cachiri, bebida preparada con yuca y el yoco, extraído de un bejuco que se utiliza como excitante para evitar el sueño. El yague, bebida preparada con el bejuco del mismo nombre, por medio de  una infusión, la toman los brujos para predecir el futuro o para adivinar sucesos ocultos. Quien la toma cae al suelo, víctima de convulsiones y luego entra en un periodo de letargo, durante el cual, dicen que ven tanto el pasado como el porvenir. Con igual objeto utilizan la parica, que es una infusión de hojas de tabaco.

Fuman el tabaco en pipas de piedra o en forma de cigarros. Con las semillas de acacia machacadas, preparan un polvo que absorben por la nariz, a manera de rapé. Para el control del hambre y como estimulante, consumen las hojas de coca.

INDUSTRIAS
Para confeccionar los vestidos preparan una tela con la corteza de ciertos árboles,  de los cuales el principal es el higuerón. Arrancada en grandes trozos, cuando aún está fresca la someten a una serie de golpes dados con mazos de madera, sobre superficies lisas; luego la sumergen en agua y vuelven a golpearla tantas veces como sea necesario hasta lograr la flexibilidad deseada.

Saben torcer ciertas fibras coma las de cumare, algodón y otras, con el fin de hacer cuerdas para la fabricación de atarrayas y redes de pesca, los chinchorros y hamacas, o las mochilas para cargar frutos.

Trabajan muy bien la madera con hachas de piedra pulida. (Esta herramienta ha sido cambiada en tiempos modernos por hachas y machetes de hierro). La fabricación de canoas es un arte en el cual están muy avanzados; las hacen de dos tipos: ahuecando los troncos de los árboles o cosiendo cortezas de los mismos extremos. También de madera hacen los remos y las palancas necesarios para impulsar las canoas. Por el mismo método de ahuecarlos troncos, fabrican las artesas y los molinos, necesarios para preparar el maíz.

La cestería es otra de las industrias de estos indios, para la cual utilizan como materia prima cierto tipo de cañas y bejucos de la región. Son muy diestros en la fabricación de estos elementos, algunos de los cuales tiene acabado artístico. Los principales productos de esta cestería son los canastos ordinarios; los escudos protectores; los abanicos para avivar el fuego, para refrescarse o para ahuyentar los mosquitos, tan abundantes en aquellos lugares; los maripes, que sirven para transportar carga sobre las espaldas; los balayes para preparar el casabe y los sebuscanes o tipites, para descortezar la yuca brava, con el objeto de quitar el veneno y preparar la mañoca.

Trabajan la cerámica, pero no son ceramistas tan avanzados como otros pueblos americanos. Sus vasijas son sencillas, extraordinariamente pulidas y casi sin adornos; fabrican ollas, platos, múcuras y pipas para fumar.

VIVIENDA

La mayoría son grandes habitaciones colectivas, para varias familias, construidas en bahareque y con techumbre de hojas de palma. Sus formas varían de una región a otra. Por ejemplo, entre los Guahibos la casa es de planta oval, sin paredes, y el techo cae directamente contra el suelo, mientras que entre los Huitotos la planta es rectangular; y circular entre los Inganos, con paredes de bahareque y techo cónico, cubierto con hojas de palma.

Casi siempre hacen una serie de casas agrupadas alrededor de una plaza cuadrada, rectangular o triangular. De éstas dedican una para habitación de los jóvenes y otra para taller.

Los muebles de la habitación se reducen a lo estrictamente indispensable: banquetas de una sola pieza para sentarse; chinchorros para descansar y dormir; a veces, barbacoas; del techo penden varias varas destinadas a guardar o colgar tanto armas como los instrumentos, las hiervas medicinales, artículos de uso frecuente y aquellos a los que se debe especial cuidado.

COSTUBRES

En algunas de algunas tribus amazónicas existe l costumbre de separar de la comunidad a las niñas que llegan a la adolescencia,  y de retenerlas en una habitación especial, bajo el cuidado de mujeres de edad, encargadas de instruirlas en todos los secretos de la vida matrimonial, del cuidado de los hijos y hasta en prácticas de brujería, destinadas a conservar el marido. Está prohibido a los hombres llegar hasta el sitio en donde las doncellas.

Cuando estas han llegado a la edad de contare matrimonio, vuelven a la tribu, donde los padres negocian el enlace con los padres del muchacho escogido para esposo. La ceremonia se celebra con grandes fiestas. Entre algunos de estos pueblos es necesario buscar consorte con otra tribu; es decir, existe la exogamia; en otras por el contrario, como está establecida la endogamia, es preciso casarse entre miembros de la misma tribu.

Cado, los jóvenes que llegan a la adolescencia se separan de las mujeres y a estas les está vedado el lugar de preparación de los varones. Para ellas es tabú, es decir, trae desgracias especiales, ver a un hombre que está en periodo de separación y hasta oír la corneta que ellos tocan en sus ceremonias y ratos de esparcimiento.

En algunas comunidades, tales como entre los Guahibos, existe la práctica de la covada, que consiste en que cuando nace un niño, el padre debe permanecer acostado en la hamaca durante cuarenta días, dando grandes gemidos  y sometido a una delicada dieta. La madre, en cambio, después de un baño de purificación en el río, se entrega a sus que haceres habituales.

Acostumbran agujerarse narices y orejas para adornarse con palillos, discos de madera o con plumas, especialmente de guacamayas, escogidas por su longitud y sus colores vivos.

En las muñecas, y a veces en los tobillos, se ponen adornos de piel o fabricados con cuerdas de fibras vegetales, pues creen que todo esto aumenta la fuerza y evita las di localidades.

ECONOMÍA

Estos pueblos tienen economía mixta: agrícola, de recolección, de caza  y pesca. Solo hay unas pocas tribus de agricultores sedentarios; la mayoría siembra solo siembra lo estrictamente necesario para el sustento, sin aprovechar los productos de las cosechas para almacenar ni como medio de comercio con otras tribus.

Siembran principalmente el maíz, la yuca ordinaria, y la llamada brava o venenosa que algunas tribus aprovechan para la fabricación de la mañoca, una torta especial; batata o camote, maní, ají, calabaza, ahuyama o poteca y también el cacao. Algunos cultivan el algodón. Los actuales explotan el caucho que les sirve para hacer comercio con los blancos, pero no es probable que antes lo hicieran.

La recolección, que es oficio destinado exclusivamente a las mujeres y los niños, consiste en nueces del nogal, almendras, corozos, mararayes, huevos de tortuga, miel de abejas, cachipay, pinchiguao, papayas, zapotes y caimitos.

 LAS FIESTAS

Se celebran muchas fiestas colectivas con ocasión de ciertos hechos especiales, como la fiesta de la cosecha, destinada a celebrar la recolección de los frutos, algo así como una acción de gracias a los dioses; la del pescado o yapurú, durante los días anteriores a la subida de los peces; los matrimonios, la llegada a la pubertad de las niñas, la fiesta del fuego y otras. Estas fiestas se celebran con música, danzas, comidas y borracheras.

Los principales instrumentos musicales son los tambores de diferentes tonalidades, que también sirven para trasmitir noticias a distancia, y los fotutos. Se utilizan también una vara, a la cual se ponen su extremo un cascabel, y las conchas de las tortugas. La vara sirve para la dirección de los conjuntos.

En las fechas faustas se celebran las danzas; entre los Huitotos se hacen al aire libre, con una gran hoguera en el centro alrededor de la cual bailan las mujeres y los hombres cogidos de la mano; en otras fiestas se hacen las danzas por parejas, en las que intervienen los hombres, las mujeres y los niños.

En las fiestas funerales se hacen presentes los shamanes, disfrazados con máscaras. Los invitados también tienen que disfrazarse; todos toman bebidas alcohólicas y bailan alrededor del cadáver, durante cierto tiempo, al compás de la música de trompetas, hasta el momento en que el shamán de la orden del enterramiento. Pasado este, es preciso tirarlas al rio para evitar que los vivos sean víctimas de los maleficios que condujeron al difunto a la tumba.


Al año de haber sepultado el cadáver, este ser inhumano para enterrarlo por segunda vez, en el piso de la casa que habitó. Esta habitación se abandona definitivamente.